En el blog de hoy os queremos hablar del lentisco o también conocido como entina o mata charreca. Es un arbusto muy espeso y bajito que tiene una fascinante peculiaridad: cuando es joven tiene las ramas verdosas o rojizas, pero cuando se va haciendo viejo su corteza se vuelve grisácea.
¿Cómo es el lentisco?
Las hojas del lentisco son bastante persistentes y están colocadas en la rama de una forma muy peculiar: están dispuestas de forma alterna, suelen ser de colores verdes o rojos y sus frutos son redondos, de color rojizo primero y de color negro cuando maduran (lo mismo que le pasa a la corteza).
La época cuando están más bonitos es en invierno, es en este momento cuando le salen las flores.
¿Dónde encontrar el lentisco?
Podemos encontrar el lentisco muy cerquita nuestro, es una planta mediterránea y como buen mediterráneo no aguanta bien las heladas fuertes, por eso prefiere los inviernos suaves. No es delicada en cuanto al tipo de suelo y normalmente crece desde el nivel del mar hasta unos 1100 metros por encima aproximadamente.
Los lugares donde nos podemos cruzar con el lentisco son: toda la zona del mediterráneo, las islas Canarias y las Baleares y en la Península lo podemos encontrar frecuentemente en la mitad este y sur.
Utilidades del lentisco
El lentisco se utiliza desde hace muchísimos años, se sabe que en los tiempos de los faraones ya se utilizaba su resina.
En la Grecia antigua tenía una utilidad muy peculiar: se utilizaba como chicle. Actualmente se utiliza de una forma parecida a como lo hacían los griegos, se emplea en muchos dentífricos, ya que, ayuda a acabar con las bacterias.
Su madera se ha utilizado para producir grandes cantidades de carbón, esto ha ayudado a la desaparición de los lentiscos en forma de árbol y a que la mayoría que vemos actualmente sean en forma de arbusto.
Además también se pueden aprovechar sus frutos, se extrae aceite de lintisquina de ellos y se utiliza para elaborar un licor llamado ouzo que lo hacen en la isla griega de Quío, donde además se cultiva. Se utiliza esta resina, acompañada por otras especias, para aromatizar el licor.
Por si fueran pocos sus usos, en algunas comarcas de levante se utilizaban las hojas de lentisco para aromatizar el agua de los niños, esta agua se les daba antes de comer porque se creía que les ayudaba a tener más apetito.
La Colvinpedia
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