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Hay una tradición que nos tiene completamente enamorados. En esta historia encontrarás a una flor como protagonista, una puerta y algún que otro genio. La flor eguzkilore da paso a una leyenda de las que vuelven loco a cualquiera. ¿Preparado para conocerla?
Si el nombre de esta flor no te suena no te preocupes, también es conocida como flor de sol o lengua vasca. Esta pequeña belleza viene de una familia bastante conocida, la de los cardos. Pero no es un cardo cualquiera, nada de eso. La eguzkilore esconde muchísima magia detrás.
La leyenda detrás de la flor eguzkilore
Muchas veces suceden maravillas como esta. Donde una pequeña historia va pasando oralmente de generación en generación y se consigue que perdure una tradición año tras año.
La leyenda de la eguzkilore cuenta que hace miles y miles de años cuando los hombres empezaban a poblar la tierra, se encontraban en una inmensa oscuridad. Los genios que salían de la tierra los tenían atemorizados. Salían en forma de toros de fuego, de enormes dragones y de caballos voladores. Los hombres estaban desesperados y decidieron pedir ayuda a la Tierra. Una vez tras otra le pedían que los ayudara, después de que insistieran tanto decidió ayudarles. ¿Qué hizo? Creó un ser luminoso para ayudarlos, esta fue la luna.
El principio fue un poco complicado. Ni hombres ni genios se atrevían a salir, la luna les daba miedo. Pero poco a poco se acostumbraron y empezaron a salir. El problema fue que los genios también lo hicieron. Los hombres no sabían qué hacer y volvieron a pedirle ayuda a la Tierra. Esta vez lo que hizo la Tierra es darles algo más poderoso. Esto fue el sol. Y desde este momento el sol se convirtió en el día y la luna en la noche.
Poquito a poco se fueron acostumbrando también al sol. Gracias a él, su calor y la luz empezaron a crecer plantas y flores. Pero pasó algo muchísimo mejor, los genios dejaron de salir. No fueron capaces de acostumbrarse a esa luz y solo salían por las noches.
Ya habían conseguido muchísimo más, mucha más tranquilidad. Pero las noches seguían siendo aterradoras. Entonces los hombres volvieron a llamar a la Tierra, para pedirle ayuda en las noches. Lo que hizo fue crear una flor tan hermosa que, al verla, los genios se pensaran que era el mismísimo sol. Ahí fue cuando apareció la Eguzkilore. Por ese motivo se coloca en las puertas, para que estos seres no sean capaces de entrar. Y hasta día de hoy defiende de cualquier mal.
¿Qué dice la tradición?
La leyenda de la eguzkilore nos trae la tradición. La de colgar esta flor por primera vez durante la noche de San Juan o en Nochevieja para bendecir el inicio de una nueva etapa. Además de proteger todo aquel que viva en la casa.
Lo que se suele hacer es secarla y colocarla en la puerta de entrada de las casas. Si la miras bien es como el sol.
Pero tenemos una mala noticia y es que a casa del cambio climático y de un consumo de forma masiva la eguzkilore ha pasado a ser una especie amenazada. Está totalmente prohibido cogerla.
La Colvinpedia
No olvides que si te interesan las flores y quieres aprender más sobre sus propiedades y curiosidades no puedes perderte la Colvinpedia 🙂