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Portugal Parece que no pueda ser pero todavía nos quedan presentaciones por hacer. Hoy tenemos a una invitada muy especial, una florecilla preciosa y muy muy guerrera. Si te apetece saber más sobre los cuidados de la celinda sigue leyendo.
La celinda es una flor originaria del sur de Europa, pero como ya pasa con prácticamente todas las flores, se puede encontrar en muchísimas otras regiones. La encontrarás en lugares con climas templados.
¿Cómo es?
Sus hojas son ovaladas, finitas y de color verde. Sus flores contrastan con el color de sus hojas ya que son blanquitas. Están agrupadas en racimos de hasta 10 flores. Son muy muy bonitas pero algo fascinante sobre ellas es el aroma que desprenden. Si pasas por su lado olerás algo dulce, es un olor muy parecido al del azahar. Para podrás verlas tendrás que esperar a la primavera, suelen florecer en mayo.
Casi todo el protagonismo se lo suelen llevar sus flores pero sus hojas también se van y vuelven. Es un arbusto caducifolio, esto quiere decir que pierde las hojas en otoño/invierno. Además es bastante grandote, puede llegar a medir hasta 3 metros. Normalmente siempre estará entre el metro y los 3 metros.
Hablemos de sus cuidados
Como buena experta en flores ya sabes seguro que si tienes las flores cortadas hay que ponerlas en agua fresquita, cambiarla cada 2 días y nada de luz directa, ni corrientes de aire. ¿Verdad?
Pero si lo que estás pensando es en tenerla en el jardín o en maceta, los cuidados cambian un poquitín. Vamos a entrar en materia.
Elegir la ubicación perfecta de la celinda
Es una planta de exterior con todas las letras, adora estar fuera de casa. Puedes colocarla tanto en semisombra como a pleno sol. Es realmente resistente. Puede soportar temperaturas bastante bajas y hasta 29º si hablamos de calor.
En el tema de elegir sitio donde vivir no tiene demasiado misterio. La celinda se hace con casi todo. Solo tienes que tener cuidado si vives en un lugar con temperaturas extremas, ya sea mucho frío o mucho calor.
¿Y el tema del riego?
El riego suele ser el cuidado que trae más de cabeza. Hay que tener en cuenta que siempre depende de la zona y de las temperaturas en las que estéis la celinda y tu. Pero para que te puedas hacer una idea sería regar unas 3 veces por semana en verano y unas 2 veces por semana el resto del año. No necesita demasiada agua, con un riego moderado tiene más que suficiente.
Pero como te decíamos antes, todo dependerá si vives en una zona donde llueve mucho o llueve poco. Si la lluvia es el pan de cada día mejor disminuir la frecuenca del riego. Si en cambio llueve poquito tendrás que regarla más. Sobre todo procura no encharcarla nunca y verás que bonita se pone
El alimento de la celinda – abono
Lo ideal para que esté estupenda es abonarla 1 vez al mes, así te asegurarás que crezca sana y fuerte. Si sigues este consejo conseguirás que se desarrolle de la mejor forma posible.
¿Durante cuánto tiempo tienes que abonarla? Te recomendamos que lo hagas desde principios de primavera hasta finales de verano. Así te asegurarás que esas florecillas estén estupendas y luego tengan un período de descanso.
Plantación y trasplante
Si todavía no la has plantado y quieres hacerlo, lo mejor será esperar a que llegue la primavera. Es la mejor época porque las heladas ya han pasado y se va acercando poquito a poco el buen tiempo. Como te contábamos antes aguantas el frío, pero el invierno es demasiado para ella.
Si lo que quieres es saber un poquito más sobre cuándo trasplantarla, la recomendación que te hacemos es que lo hagas cada 2 años. Eso sí, en la misma estación, en primavera.
No te olvides de la poda
Muchas veces nos olvidamos este paso, pero es de lo más importante. Después de que haya florecido hay que quitar los tallos que veamos más feos y aquellos que estén secos. Esos que no veas que están del color verdecito, pues esos van fuera. Quita los que no estén bien y corta aquellos que hayan crecido demasiado. Es la forma de que siga creciendo fuerte y que no le quiten el alimento los tallos que ya no sirven.
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