Necesitamos un redoble de tambores por aquí porque se viene un tutorial de HORTENSIAS. Sí queridas amigas, sabemos que os va a encantar y tenemos que darle las gracias a @suavecalifornia que nos ha ayudado con esta maravilla.
Si eres una manitas de pies a cabeza o estás adentrandote en el mundo llamado DIY y adoras las hortensias, estás en el tutorial correcto. Las protagonistas de hoy son ellas y tú, así que ¡vamos que nos vamos!
Lista de lo que necesitas
· Hortensia seca
· 2 ramas de eucalipto
· Ramillete de cualquier flor que te guste (que seque bien)
· Cuerda
· Alambre y/o pistola de silicona
· Tijeras
· Palo de madera
Antes de meternos dentro del meollo, recordarte que es importante que las flores que utilices estén secas. Tanto la hortensia como la flor secundaria que vayas a utilizar, en nuestro caso hemos usado paniculata. Si tienes el ramo fresco y no sabes cómo secarlo te dejamos aquí el post donde te contamos unos trucos infalibles para hacerlo.
Hora de arremangarse
Paso 1
Una vez tengas las flores secas ya puedes empezar. Lo primero de todo es medir cuánto vas a necesitar de cuerta. Esto dependerá de la medida del palo y de la separación que quieras dejar entre el mismo palo y la punta por la cual lo colgarás. Una vez lo tengas decidido, a cortar. Después átalo a cada extremo del palo.
Paso 2
Llega el turno de las 2 ramas de eucalitpo y la flor que hayas elegido, con estos dos tienes que hacer un ramillite. Este será el que haga de base.
Paso 3
Ata el ramillete a un extremo del palo utilizando el alambre para que no se te mueva ni un pelín. Una vez hecho entra en escena nuestra querida hortensia. Corta su tallo para que no sobresalga y colócala encima del ramillete y el palo. Átala con otro trocito de alambre.
Un trucazo que nos ha contado @suavecalifornia es que si ves que aún atándolo con el alambre queda muy suelto la silicona te selvará la vida. Si utilizas silicona trasparente ni se notará que has puesto, y no se te moverá nada de nada. ¡Y ya lo tienes!
Como pesa tan poquito lo puedes colgar donde quieras clavando un alfiler en la pared. ¡Es hora de darle a esas manos!