Amor a primera vista es lo que sentimos hacia estas preciosidades. Nos cautivan con solo mirarlas. ¿Lo sientes? Si tienes una en casa o si la tienes en tu lista de próximas incorporaciones, es el momento de hablar de cuidados del caladium.
Salta a la vista. Estas plantas destacan por ser ultra llamativas. Sus colores y esos nervios bien marcados son de otro planeta. Podemos encontrar muchos tipos de caladiums y de mil colores: rosas, verdes, blancos, amarillos, rojos…Nos gustan tanto tanto, que nada más verlas sabemos que queremos una en casa. Pero, ¡ojo! Los cuidados del caladium son un poco exigentes. Por ello, no se recomiendan a plant-padres principiantes o con poca experiencia en plantas. Ahora bien, si ya has cuidado de alguna calathea (como Lara u Oscar) o tienes mano en el cuidado de plantas de interior en general, vuestra relación será la más bonita 🙂
¿Sabías que el color de los caladiums es el resultado de múltiples hibridaciones?
Esta planta originaria del Amazonas es todo un espectáculo. Pueden medir hasta 50cm, sus hojas tienen forma de flecha y si eres un romántico, le verás también forma de corazón. Estos aspectos la convierten en una perfecta candidata ornamental. Aunque rara vez florece dentro de un piso, los caladiums tienen flores perfumadas parecidas a las de las calas, en verde y blanco.
Ten en cuenta que no es muy amiga de niños y mascotas, por lo que si convives con ellos, tendremos que tener mil ojos.
Cuidados del caladium
Luz
Si piensas en sus orígenes, sabrás qué tipo de luz necesita el caladium. Viene de las selvas tropicales, un lugar un fresquito, con luz pero indirecta, ¿verdad? Colócala en un lugar donde esté bien iluminada pero no le de directamente. Es muy importante el lugar que le des en casa, ya que de esto dependerá la intensidad del color en sus hojas. Si vemos que los colores de nuestro caladio pierden intensidad, te estará pidiendo a gritos un poco más de luz 🙂
Riego
Viene de un lugar donde la humedad es alta, por lo que la necesita si o si para vivir feliz. De nuevo sus hojas nos darán señales: si empiezan a brotar enrolladas, necesita más humedad.
La tierra debe estar ligeramente húmeda de primavera a otoño, en otoño esparciremos los riegos hasta que pierda todas las hojas y dejaremos de regar completamente en invierno.
Temperatura
Adora el calorcito, aunque odia los extremos. Asegúrate de que tu caladium vive en una temperatura entre los 10 y los 21 grados. Además, es un poco delicada con las corrientes: le gusta tener una buena circulación de aire, pero sin que le moleste.
Abono
Recuerda dos fechas: el comienzo del verano y el comienzo de tu depresión post-vacacional. Estas dos fechas serán ideales para abonar tu caladio. Hazlo con guano, humus de lombriz o fertilizante para plantas verdes. Te aseguramos que con esta mezcla, si pudiese sonreír, ¡lo haría!
Sustrato
Aunque el caladium adore el agua, exige un sustrato ligeramente húmedo. Te recomendamos un sustrato que drene bien los excesos para evitar los encharcamientos y posibles sustos. Toma nota de la mezcla mágica: sustrato universal (80%) y arena o perlita (20%).
Cuidados especiales
No te asustes. Los caladiums son unas plantas con periodo de actividad de primavera a verano. ¿Qué quiere decir esto? Que al igual que algunas flores, podemos disfrutar de ellas durante una temporada. Cuando llegue el otoño, el caladium perderá la parte aérea para protegerse de las temperaturas, forma parte de su ciclo vital 🙂 Cuando esto ocurra, el tubérculo puede dejarse dentro de la maceta o sacarse, envolverlo en papel de cocina y volverlo a plantar a principios de marzo.