El verano es menos verano sin nuestra flor estrella: Los healiantthus annuus, comúnmente conocidos como girasoles, unas flores con una belleza sobrehumana y que transmiten vitalidad hasta la llega del otoño.
Pensar en un girasol es pensar automáticamente en la estrella por excelencia. Su relación es de sobra conocida. A parte de por su color, estas flores tan peculiares lo miran para nutrirse de sus rayos y se mueven buscando el sol. Los girasoles son una planta herbácea originario de Centro y Norteamérica y se cultiva con fines oleaginosos (para producir aceite de girasol), con fines alimenticios para obtener nuestras queridas pipas de girasol y también ornamentales en todo el mundo.
Girasol: origen la flor del sol
El significado del girasol se debe a la mitología griega. La leyenda cuenta que la ninfa Clitia se enamoró perdidamente del dios del sol: Helios. Y aunque Clitia era muy bonita, él no correspondió a su amor. Tras este fracaso, a Clitia se le partió el corazón, provocándole la muerte. Al morir, Clitia se transformó en un girasol, con el fin de poder seguir viendo a su enamorado.
El girasol se simboliza con el sol, tanto que lleva la mitad de su nombre implícito. Además, debido a sus colores vivos y contrastados es un símbolo claro de la infancia, de la vitalidad y la buena energía. ¿No te pasa que es ver uno y tener mil ganas de hacer cosas? ¡Nos encantan!
¿Cómo cuidar un girasol en maceta?
Además de ser una de las flores más bonitas, los girasoles son muy fáciles de cultivar y cuidar. ¡Así de agradecida es esta flor! Estas flores aguantan super bien una vez cortadas, por lo que si optas por tener un ramo de girasoles en casa, podrás disfrutar más de él que de otras flores con una duración menor. Puede que al llegar tu ramo a casa, llegue cerrado. ¡No pasa nada! Se abrirán en 2-3 días y podrás disfrutar de su intenso color 🙂 Además, en algunos casos, el peso de su cabeza puede hacer que se doblen un poco. Para que no se doble más de lo que debería, asegúrate que el tallo se ajusta bien en el ramo y que queda bien recto.
Si optas por cultivar girasoles en maceta o quieres saber como plantar girasoles, solo tenemos que tener en cuenta algunas cositas importantes. En primer lugar y antes de plantar la planta de girasol, debemos retirar los pétalos marchitos (si existen) de una manera inmediata. Después, debemos plantarlos en lugares en los que el sol les de directamente. Recuerda su estrecha relación con el sol 😉
Luz
Su relación con el sol la delata, ¿verdad? Si tienes un girasol en maceta necesitará mínimo 6 horas de sol diarias. Para él serán vitales, ya que si no la reciben se marchitarán y morirán.
Temperatura y riego
El girasol resiste bien las altas temperaturas, pero esta exposición al sol hace que tengamos que tener especial cuidado en el riego. El girasol es una planta que puede deshidratarse fácilmente y más en los meses de calor. Riégala 2 o 3 veces por semana en su etapa de crecimiento, después, ve reduciendo según la temperatura pero nunca olvides ser algo constante.
Abono y sustrato
En los meses de primavera a verano, la planta del girasol será cuando más te necesite :). Abónala con humus de lombriz y recuerda aportar un buen drenaje. La fórmula mágica para que el girasol luzca radiante, será poner en una maceta con agujero (muuuuuy importante) una base de arlita, sustrato universal (70%) perlita (25%) y arlita o gravilla (5%).
¿Tienes niños o mascotas?
¡Ningún problema! El girasol es una planta kid friendly y pet friendly, por lo que podrás disfrutar de ellos a la vez que le das vida y color a cualquier estancia de tu casa.
Cuidados especiales
No le gusta moverse mucho. Recomendamos que en cuanto te hagas con una planta de girasol, la trasplantes. Recuerda que el girasol tiene flores perecederas, ¡ojalá duraran siempre! Pero podrás volver a disfrutar de ellas el año que viene si la vuelves a sembrar.