Existen los compañeros de piso ideales y luego está ella, la Schefflera Arboricola, Cheflera o Mel para los amigos. ¿Quieres saber por qué?
Vamos a empezar por una de las cosas que más nos gustan. ¿Has visto sus grandes hojas palmeadas? ¿No te recuerda a algo similar a un paraguas? Pero además, lo de sus hojas no acaba aquí. Existen algunas variedades de Chefleras como el de nuestra Mel, que añaden un color lima variegato sobre verde oscuro que es algo fuera de lo normal.
¿Sabías que su nombre hace honor al botánico alemán Jacob Christian Scheffler?
Si la paciencia no es lo tuyo, con la Cheflera habrás acertado. Esta planta originaria del centro y el sur de América ¡crece que se las pela! En nada tendrás en casa un “plant-adolescente” en casa.
Otra cosa que nos encanta es que los cuidados de la cheflera son aptos para cualquier principiante, incluso si eres de esos que no tiene mucha mano con las plantas. Por lo que si quieres darle un toquecito de color a tu hogar sin mucho esfuerzo, te la recomendamos a ciegas. Y no solo por ser una preciosidad (OBVIO), también porque, al igual que la Sansevieria, forma parte de una de las plantas recomendadas por la NASA por su poder purificante.
Cuidados de la Cheflera o Schefflera Arboricola
Resumen de sus cuidados
– Iluminación: Indirecta.
– Temperatura: Media.
– Riego: Moderado.
– Pet friendly: No.
– Kids Friendly: No.
Luz
La cheflera huye de los rayos del sol directos. Esta planta necesita una luz con mucho brillo. Si no recibe la luz que necesita podría perder sus hojas y en variedades como la Schefflera Arboricola Melanie notarás que nacen sin variegato.
Riego
La Cheflera prefiere pasar un poco de sed, ya que un exceso de agua pudriría sus raíces. De primavera a otoño, toca con tu dedo el sustrato y riégala si está seca. En invierno, entrará en época de reposo, así que necesitará aún menos agua.
Temperatura
¿Lo ideal? Una temperatura entre los 24 y los 13º, nunca por debajo. Le gusta el fresquete pero una helada podría ser el fin para la cheflera. Tampoco le hacen nada bien las corrientes de aire frías. Sí, en este aspecto nos ha salido un pelín delicadita.
Abono
Tendrás tiempo para darle un alimento plus de primavera a otoño. Puedes hacerlo con algún abono ecológico como el guano o el humus de lombriz.
Sustrato
A la cheflera le va ese toque ácido, así que: base de arlita, 25% de sustrato universal, 15% de humus de lombriz y 20% de perlita.
Floración
Si la tienes en el interior será difícil que florezca, pero en el exterior, si la mimas bien, cuando se acerque la primavera podrás ver unas florecillas amarillas brotar de sus tallos.
Cuando decíamos que los cuidados de la cheflera eran bastante asequibles, no mentíamos. Cuando tengas esto aprendido, solo te quedará ir podando las ramitas secas, limpiar el polvo de sus hojas y…¡disfrutar de ella!