Francesillas, París y Lumiére

Otra de nuestras nuevas incorporaciones a la Winter Collection, no podía ser un ramo más especial, es que nos transporta directamente a otra ciudad y su flor… no podía ser otra. ¿Sabéis esos amores a primera vista? Pues así de embelesados nos tiene. Os queremos presentar a Lumiére, un bouquet de lo más parisino, un ramo de flores que nos deja con la boca abierta gracias a sus francesillas.

Pero no os preocupéis, no solo se vive de francesillas, Lumiére nos embauca con su combinación de claveles y craspedias y ¡voilà! Nos encontramos ante una combinación perfecta para nuestros ojos.

La elegancia y la sofisticación llegan de la mano de este precioso ramo de flores ¿qué os parece? A nosotros la mezcla de colores de este ramo nos tiene prendados 😛

¿Quieres saber más sobre las francesillas?

Las francesillas son esas flores de formas peculiares que llaman la atención a cualquiera, son esas flores que provienen de Asia menor y del este de Europa, las que se conocen también como ranúnculo o marimoñas.

La floración de las francesillas suele ser en primavera, pero las podemos conseguir durante más tiempo por su cultivo en invernadero ¡qué alegría de verdad! Las francesillas están entre nosotros desde enero hasta mayo-junio.

Las francesillas tienen una flor muy curiosa, se parecen a la roseta y se pueden encontrar simples o dobles. Sus flores están formadas por muchos pétalos de una finura y delicadeza sin igual, estos se van abriendo poco a poco hasta que lo hacen por completo. Su aspecto es muy curioso, parecen frágiles, pero a la vez silvestres y esto hace que las francesillas conviertan cualquier trabajo en extraordinario. Son perfectas cuando se necesita un toque sencillo y elegante a la vez

Cuidados de las francesillas

Si te has enamorado de nuestro ramo, pero todavía más de las francesillas, te contamos cuáles son los dos cuidados básicos que tienes que tener en cuenta para tenerlas preciosas en casa y que vivan durante mucho tiempo.

Uno de los cuidados más importantes a tener en cuenta es la luz y el calor. Las francesillas no soportan el calor y es por ese motivo que se tienen que proteger de la luz directa del sol. El lugar perfecto para las francesillas será un sitio con semi-sombra, donde la luz le dé a primera hora del día. ¡Con eso ya tendrá suficiente! Si por el contrario, vives en un lugar de esos fríos, esos que son más fríos que la mismísima Siberia, entonces tienes todo nuestro permiso para que coloques las francesillas en pleno sol.

El segundo cuidado con más relevancia para nuestras francesillas es el riego, tiene que ser frecuente, pero siempre procurando no ahogarla. En el momento en el que sus flores se empiecen a marchitar, el riego se tiene que ir reduciendo poco a poco.

¿Estás preparada para tener tus francesillas en casa?