¿Por qué las hojas del geranio se ponen amarillas?

Hay veces que con la mejor intención del mundo plantamos nuestras preciosas flores en el jardín o en una maceta y sin saber por qué la cosa comienza a ponerse fea. Piensa en tu precioso geranio y en lo bonito que queda, pero un día sus hojas se empiezan a ver distintas, empiezan a ponerse amarillentas. En el blog de hoy os venimos a resolver esa duda, vamos a hablar de cuáles son las causas que provocan que las hojas de los geranios se pongan amarillas.

Problemas que hacen que las hojas de los geranios se pongan amarillas

Pueden suceder varias cosas que provocan que las hojas de los geranios se pongan amarillas. Esta gran tragedia que afecta a los geranios puede ser causada por cuatro problemas distintos.

El geranio no es una planta extremadamente delicada, se puede llegar a cultivar todo el año en exterior, pero solo si se encuentra en climas cálidos. En lugares más fríos cuando el invierno llega y las temperaturas bajan de los 15ºC el geranio para de crecer. Aunque esto pueda parecer un problema, no lo es, el geranio es una flor que necesita este tiempo de descanso, esto hará que cuando vuelva la primavera crezca con más fuerza todavía.

El problema aparece cuando las temperaturas descienden por debajo de los 0ºC, entonces las hojas del geranio se ponen amarillas y pueden llegar a caerse por el frío. ¡No soporta las heladas! Por lo tanto, las bajas temperaturas pueden hacer que las hojas del geranio se pongan amarillas. Nuestra recomendación si se tienen los geranios en exterior y las temperaturas bajan mucho es que se meta dentro de casa hasta que vuelvan a subir las temperaturas. Tu preciosa flor te lo agradecerá 🙂 .

El riego en los geranios

El riego en los geranios es muy importante, si no se tiene controlado puede ser otra causa que haga que las hojas del geranio se pongan amarillas. Nos podemos encontrar con dos problemas causados por el riego:

Exceso de agua: si las hojas del geranio están amarillas y además blandas, posiblemente todo provenga del exceso de agua. Unos trucos para que el riego sea el idónea para nuestra flor es que el agua no toque las hojas ni las flores, así evitaremos que se pudran. Te recomendamos que para que no te excedas en el agua riegues el geranio en invierno una vez a la semana o una vez cada semana y media y en verano unas dos veces por semana. De esta manera el geranio será ¡el más bonito!

Falta de agua: si en cambio observas que las hojas están amarillas pero los bordes están secos, seguramente lo que le pase a tu geranio es que le falta agua. La falta de agua puede ser un síntoma que hace que las hojas de los geranios se pongan amarillas. Un truco que siempre os contamos es que para saber si una planta necesita agua se toque su tierra, si está húmeda todo va bien, pero si está seca es hora de regarla.

Por otro lado, hay un último motivo que causa que las hojas de los geranios se pongan amarillas y es que si se planta el geranio en una maceta y no se trasplanta cada dos años, poniéndole sustrato, esto puede provocar que las raíces se queden sin nutrientes y la planta se debilite y lo veremos reflejado en sus hojas.