La época con más flores del año no nos puede gustar más. Vale, sí. La primavera nos encanta porque llega el buen tiempo y además llegan a casa muchísimas flores. Pero es que llega una flor que vale por mil. Llega la maravillosa manzanilla.
Verdaderamente la manzanilla se considera una flor anual, pero es en esta época cuando está en su máximo esplendor. ¡No podemos dejar de mirarla!
La manzanilla viene de toda la zona del Mediterráneo y pertenece a la familia de las Asteraceae. ¿A qué no sabes quien está en esta familia también? La Stevia, la lechuga y la caléndula. Tiene familiares de los que nunca se diría que son familia. Bueno, con la caléndula sí que tiene un cierto parecido.
Cuidados de la manzanilla
Si la adoras igual o más que nosotros o simplemente estás buscando una florecilla para empezar a cultivar en el jardín. Tienes que saber que la manzanilla se considera una planta rústica, de las que son facílisimas de cuidar. Con muy poquitos mimos estará fabulosa. Así que es perfecta para empezar. No solo quedará preciosa en el jardín, sino que sus beneficios son taantos que te acabarás de enamorar de ella.
¡Vamos a entrar en materia!
Si tienes que sembrar la manzanilla lo mejor es colocarla a una profundidad que sea el doble de su semilla. No la entierres más porque tendrá problemillas para germinar. Si todo va bien, en unos 15 días empezarás a ver sus brotes. ¡Qué viene! ¡Qué viene! Para asegurarte que brota te damos un pequeño consejo: mantén la tierra húmeda y seguro que lo consigues. 😊
¡Luz, please!
Antes ya te avisábamos de que es una planta de muy fácil cuidado. Por eso no hay problema en que esté fuera de casa. La manzanilla es una todoterreno, puede con todo. Pero si quieres hacerle las cosas un poquito más fáciles, lo ideal para ella es estar colocada en un sitio donde le dé el sol directamente. ¡Le encanta estar a pleno sol!
Si por cosas de la vida no puede ser, no te preocupes. También puede crecer en la semi-sombra, aunque seguramente su desarrollo no será tan espectacular.
Atrás al agua
A la hora de regar ten cuidado. La manzanilla siempre prefiere que te quedes corto a que la riegues demasiado. El sol le encanta, pero con el agua no siente la misma pasión. Es capaz de aguantar mucho mejor la falta de riego que el exceso. Para tener un control lo que se puede hacer es utilizar el riego por goteo o si la tienes en tiestos poner un plato debajo con agua y que ella misma vaya cogiendo el agua que necesita.
Clima perfecto para la manzanilla
Si el clima de donde vives es templado lo tienes todo hecho. Puedes poner la manzanilla sin ningún problema fuera. Si no tienes tanta suerte y vives en el polo norte podrás tener a tu preciosa flor dentro de casa. Piensa en positivo, todo su aroma invadirá cada rinconcito. ¿Qué más puedes pedir?
Plagas y enfermedades de la manzanilla
La hora de hablar de los malos de la película ha llegado. Algo tan bonito como la manzanilla debe tener a esos pequeños molestos que quieren acabar con ellas. Las plagas y enfermedades más comunes con las que tendrás que luchar son los trips y los pulgones. Estos suelen atacar durante la primavera, el verano y el otoño. El invierno es más relajado, no suelen venir a molestarla.
¡Ha llegado la hora de la cosecha!
El momento perfecto para cosechar es cuando la planta empieza a florecer. ¿Cómo se tiene que hacer? Solo se tienen que cortar las flores, que es lo que nos interesa de la planta. Deja que se sequen y ya puedes usar las flores para hacer infusiones o lo que quieras.
La Colvinpedia
No olvides que si te interesan las flores y quieres aprender más sobre sus propiedades y curiosidades no puedes perderte la Colvinpedia 🙂