Te has vuelto un plant-addict, tienes un hueco en tu comedor que te parece horrible y sientes la necesidad de darle ese punto natural, fresco y deco que tanto ves en Instagram. Te pones a buscar plantas super molonas e ideales según tus gustos. Pero…¡EEEEERROR! ¿Sabías que antes de eso nos queda un paso súper importante?
Antes de elegir la planta que formará parte de tu hogar, tenemos que conocer al dedillo las características de éste. Un aspecto muy importante para la vida y el correcto crecimiento de las plantas son los niveles y los tipos de luz que recibe. Suena algo complicado pero no te asustes, cuando acabes de leer serás todo un experto 😉
Seguro que si ya tienes alguna en casa te has preguntado “¿Cuánta luz necesita mi planta?”. La respuesta es depende: depende de la planta, depende de la orientación de tu casa, de la distancia hasta tus ventanas, de la estación del año… Lo primero que debes hacer es un ejercicio de observación. Fíjate en la luz que entra dentro de casa o en la luz que llega a ese rincón en el que quieres situarla. Es muy importante conocer bien las características del que será o es su hogar tanto para decidir qué planta necesitas como para poder hacerla la más feliz del planeta con tus cuidados. Tenemos que tener en cuenta que para que la naturaleza entre en nuestras casas tenemos que preocuparnos de recrear el medio en el que viven de la mejor manera posible y la luz es algo esencial para ellas. ¿Te imaginas cómo sería tu vida en Marte sin adecuarlo a las personas? 😉 IM-PO-SI-BLE.
Niveles y tipos de luz para plantas
Luz directa
Esta es fácil, ¿no? Este tipo de luz es en la que los rayos de Sol tocan directamente tu planta, sin filtros de ningún tipo. Especies como los cactus o las suculentas adoran este tipo de luz. Las plantas que viven agustito de esta forma necesitan al menos 6h al día de luz, evitando las horas centrales del día. Además, tendremos que tener en cuenta que en invierno y otoño este tipo de luz se vuelve menos intensa y quizá tengamos que moverla un poco de sitio para que reciba lo que necesita.
Luz directa brillante
En este caso hablamos del mismo tipo de luz, aquella en la que los rayos tocan directamente tu planta, pero en este caso, no nos preocuparemos tanto por las horas centrales del día ya que necesitan muchas más horas de luz y sin ellas, no vivirían ni crecerían correctamente. Si quieres diferenciarla bien, acuérdate de los campos de olivos 😉
Luz indirecta
Esta luz, al contrario que las anteriores, es aquella que no toca directamente las hojas de tu planta. Dentro de este tipo de luz podemos encontrar varios niveles: luz indirecta brillante, luz indirecta moderada o luz indirecta baja. Estos niveles de luz varían según los factores que antes comentábamos: la orientación, la distancia hasta tu ventana, las horas del día…
Luz indirecta brillante
Siguen recibiendo mucha cantidad de luz pero o bien tienen un filtro u objeto delante (tipo cortina) o bien están más cerca de una ventana en la que no entre luz directa. Este sería el caso de la Kentia o de la Maranta Leuconera, necesitan bastante claridad y sitios bien iluminados pero de forma indirecta.
Luz indirecta moderada
Imagina un esquema de luces indirectas a tres niveles, la indirecta moderada estaría en medio de la brillante y la baja. Es decir, sería un tipo de luz en la que la planta está en un ambiente en el que recibe bastante luz y claridad, pero nunca de manera directa ni brillante. Estaría en el límite entre sol indirecto y sombra. Si tienes un Pothos o una Tradescantia en casa, es su luz.
Luz indirecta baja
Y la última de las luces indirectas. Este tipo de luz solo es apta para plantas todo terreno como las Sansevierias o las Zamioculcas. En este caso, y como puedes ver en la ilustración del principio de este post, necesitan poca luz y vivirán estupendamente en un lugar con claridad, pero no mucha o alejadas de tu ventana.