En el blog de hoy os vamos a hablar de una preciosa flor, la azalea. Una flor que parece una trompeta y está agrupada en grandes racimos que hacen que luzca como ninguna otra. La podemos encontrar en varios colores como en rojo, naranja, blanco y fucsia. Sus hojas son pequeñas y de color verde y brillantes.
La azalea es considerada un arbusto, puede llegar a medir unos 2 metros, pero a pesar de su altura, no hay ningún problema si se quiere plantar dentro de casa, ya que, al colocarla en una maceta no crece más y se mantiene en una medida perfecta para tenerla en el interior. Así que no hay ningún problema que impida disfrutar de ella 🙂
Su momento de floración es en primavera y sus flores pueden llegar a durar varias semanas ¡es una maravilla!
Si la intención es tenerla dentro de casa se tiene que buscar el sitio idóneo para ella, tiene que ser un lugar fresco y que esté bien iluminado, bien ventilado y si es posible que sea un ligar un poco húmedo (sabemos que en casa es un poco difícil). Lo que se tiene que evitar a toda costa es que el sol le de directamente y se tiene que alejar lo más posible de todo aquello que desprenda calor. ¡La azalea dice NO a las altas temperaturas!
Si por el contrario se quiere plantar en el jardín el mejor sitio para ella siempre será en una zona donde el sol le de a ratos, sea en interior o en exterior a la azalea no le gusta el sol directo.
La azalea es una flor que originariamente estaba ubicada en lugares montañosos, por eso prefiere los ambientes frescos y húmedos. Tenemos la suerte de que es una flor perfecta para cultivarla en nuestra zona, el clima mediterráneo es ideal para ella 🙂
¿Cómo hacer florecer a la azalea en interior?
Para que la azalea pueda florecer en primavera tenemos que tener en cuenta que cuando está en el exterior necesita alrededor de dos meses de inactividad para florecer (los meses de invierno). Por este motivo, cuando la tenemos en el interior lo ideal sería moverla durante esos meses a algún rincón donde la temperatura sea más baja, alrededor de los 4 y 13 grados, de esta manera la ayudamos a que pueda florecer la siguiente primavera. Así se recrean esos meses de inactividad que vive cuando está en el exterior de manera natural.
Riego de la azalea
La verdad es que la azalea es una planta bastante demandante en todos los sentidos, como pasa con la ubicación en cuanto al riego también lo es. Necesita que la rieguen frecuentemente y de manera abundante, sobretodo cuando está en época de floración.
Se tiene que tener cuidado con mojar las hojas (no se recomienda) y siempre que se pueda es recomendable utilizar agua filtrada o de lluvia, ya que, el agua que contiene cal la puede llegar a dañar.
Poda
Como en casi todas las plantas se tienen que ir eliminando las flores que se vayan secando para que se vayan formando nuevas flores.
En el momento en el que la azalea deje de florecer se tiene que realizar una buena poda, después se recomienda trasplantarla a una maceta más grande y cada 15 días se le tiene que ir añadiendo abono.
¡Cuidado! No se recomienda podarla al finalizar el mes de junio porque esto provocará que el próximo periodo de floración no tenga tanta producción de flores.
Origen de la azalea
El conocimiento de la flor azalea se remonta a la época griega donde su nombre significaba “el rosal”. Por otro lado, los japoneses también la conocen desde hace muchos años, consideran que trae buena suerte con sus preciosos racimos floreados.
La Colvinpedia
No olvides que si te interesan las flores y quieres aprender más sobre sus propiedades y curiosidades no puedes perderte la Colvinpedia 🙂